Financiación de contenidos digitales

Preámbulo

Este artículo contiene un análisis resumido de algunas tendencias recientes en la financiación de la creación y difusión de contenidos digitales. En el fondo, se trata de buscar aquellos modelos o sistemas que permiten por un lado, compartir libremente un contenido que se recibe ("Gratis lo recibísteis; dadlo gratis", Mt 10,8) y por otro hacer, en la medida de lo posible, que los autores reciban una remuneración adecuada ("el obrero merece su sustento" Mt 10,10).

Financiación de la creación de contenidos en Internet

Los autores que tratan de crear contenidos y rentabilizar su trabajo en la era digital se enfrentan a un escenario complejo. Mientras la industria y los gobiernos siguen promoviendo campañas contra la piratería, una gran mayoría de usuarios no se plantea que descargar contenidos de Internet sin pagar por ellos sea un problema.

En parte, esta situación está relacionada con el mantenimiento de modelos de negocio tradicionales en una situación en que sus presupuestos clave no se pueden asegurar. En concreto, el modelo tradicional se basa en rentabilizar la creación de un producto mediante la venta de una masa crítica de unidades de aquel; pero en el nuevo escenario, el desarrollo de las TIC hace cada vez más difícil controlar las copias y reproducciones de una pieza de contenido.

Se puede encontrar una reflexión interesante y más amplia en el artículo "Why strict copyright enforcement is becoming obsolete" (Chad Perrin, 2011), donde se desarrollan las dificultades que se plantean al tratar de controlar las copias de un contenido protegido (supuestamente) por copyright.

Algunas soluciones existentes

En este documento se recogen diferentes soluciones que han aparecido en los últimos años.

Streaming

Es una de las soluciones que parece tener más éxito. Ejemplos de ésto son las plataformas audiovisuales con HBO y Netflix, cuyo reclamo más poderoso son las series. El modelo de negocio en este caso es el pago por suscripción.

Otra plataforma basada en streaming, en este caso para la música, es Spotify. Tiene dos modalidades, la versión gratuita y la versión premium. En la versión gratuita, el contenido se rentabiliza mediante la inserción de anuncios (al estilo de los tradicionales). La versión premium tiene una cuota de suscripción.

Y también podemos incluir en esta categoría a YouTube. Esta plataforma, con cientos de millones de usuarios, obtiene un retorno monetario a través de la publicidad que inserta al comienzo de los vídeos (y últimamente, también en medio de ellos).

Consideraciones sobre el streaming

Se podría considerar que las plataformas citadas han alcanzado un éxito notable, lo cual sería a su vez un aval del modelo de streaming. Sin embargo, hay algunas razones por las que este modelo no se puede considerar totalmente satisfactorio.

En primer lugar, en estos sistemas, o bien se depende de la conexión a Internet para reproducir un contenido, o bien la aplicación se vuelve más compleja para evitar que se extraiga el contenido fuera de la plataforma. Segundo, se desaprovecha toda la tecnología de almacenamiento desarrollada en los últimos años, y por lo tanto las inversiones de muchos usuarios en soportes de almacenamiento.

Mecenazgo y patrocinio

Consisten básicamente en recaudar los fondos necesarios de forma previa a la creación de un contenido. El modelo en sí no es nuevo, pues encontramos casos célebres ya en el Renacimiento. Sin embargo, la forma de aplicarlo sí, ya que en lugar de tener que buscar un gran inversor, es posible atraer a un gran número de pequeños contribuyentes. De aquí el usual término de micro-mecenazgo, que se suele emplear comúnmente como traducción de crowdfunding. Un ejemplo de plataforma que permite este tipo de recaudaciones es Kickstarter.

Si el crowdfunding recoge una gran cantidad de aportaciones anónimas para posibilitar la creación de un contenido de forma puntual, podríamos distinguir el patrocinio como el caso en que un conjunto más o menos fijo de personas aportan, mediante una cuota, fondos para la creación periódica de un contenido. El contenido creado es público, aunque este modelo contempla la posibilidad de recompensar a los suscriptores con contendos exclusivos. Una plataforma de este tipo muy popular entre los YouTubers es Patreon. Un destacable ejemplo en este caso sería Jaime Altozano.

Pago voluntario

En el otro extremo, encontramos un modelo que puede resultar sorprendente a primera vista. Se trata de las donaciones. Podemos encontrar diferetes proyectos y webs en Internet que se sostienen con ayuda de donaciones anónimas. En el libro Social Media Revenue de Laurel Papworth, encontramos algunas claves sobre este método de financiación. Muchos sitios web incorporan widgets para realizar donaciones, como el de PayPal. Otro sistema interesante de micro-donaciones es Flattr. Para utilizarlo, cualquier usuario de Internet puede registrarse en Flattr pagando una cuota, e instalar una extensión en su navegador. Esta extensión registrará los sitios que visita el usuario y compartirá esa información con Flattr, de forma aquellos sitios visitados que estén vinculados a Flattr recibirán una donación correspondiente al tiempo empleado por el usuario en su web. Esta plataforma también permite al usuario indicar explícitamente a qué sitios o autores quiere contribuir.

Podríamos considerar este modelo dentro de un caso más general denominado pay-as-you-wish ("pague lo que desee") estudiado por Stephen J. Dubner (autor de Freakonomics, junto a Steven Levitt).

Modelos "arbitrados"

Salomón Derreza, en su artículo "Cómo acabar con la piratería sin caer en la censura", propone la creación de un Impuesto Cultural Cibernético (ICC) a escala internacional para remunerar a los autores. Según su idea, se obtendría de Google la información que permitiría estimar el número de accesos a cada obra (vídeos, canciones, textos, programas, etc), y así poder establecer un sistema de "pago por clic". Se podrían objetar una serie dificultades prácticas, aunque la idea de fondo es interesante.

Otros modelos existentes

En el caso de la música, conviene mencionar el modelo de Epidemic Sound. Esta plataforma ofrece, mediante pago de una suscripción, una amplia variedad de temas musicales que los productores de vídeos pueden incorporar a sus vídeos, sin límite. La plataforma negocia por otra parte con los autores, pagándoles por hacer su música disponible en la plataforma.

Modelos más complejos para crear y monetizar valor en la red son los llamados mercados de dos lados (two-sided markets) o el caso general de mercados de múltiples lados. Se trata de redes que generan valor poniendo en contacto dos o más grupos de usuarios. Un ejemplo de esto es Facebook (que monetiza el valor de su red mediante publicidad).

@andrescg2sj

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Written by andrescg2sj in producción on jue 13 junio 2019.

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